Hoy te he visto ponerte en pie tras recibir de nuevo duros golpes. No has proferido amenaza, ni insulto, ni en tus ojos se ha dibujado el rencor. En silencio has vuelto a levantarte, no por orgullo ni por venganza. Entre salivazos e insultos has seguido avanzando por la senda de tu destino, y lo has hecho por mí, para que yo un día pueda abrazarme a ti y sostenerme en pie en medio de los golpes, para que cargue en ti el peso de mis culpas que me aplastan, para dar muerte en la cruz a la misma muerte y vivir al fin una vida plena, reconciliada, eterna. Gracias Señor.
La entrada: Hoy te he visto ponerte en pie tras recibir de nuevo duros golpes fue publicada por primera vez en smdani.marianistas.org el día: noviembre 30, 2014